El cuerpo nos habla continuamente emitiendo señales de comodidad o incomodidad. Cada vez que eligimos una conducta determinada, nos tendriamos que preguntar como nos sentimos.
Es importante observar los pensamientos y las emociones que surgen de la toma de una decisión, la sensación que nos dejen nos ayudará a tomar la decisión correcta. Si sentimos alegria y comodidad seguro que hemos acertado. Nuestro cuerpo habla y hemos de aprender a estar atentos y escucharle.
Vive en el momento presente, es el único que tienes. Ten una aceptación psicológica total y absoluta de que ese momento es como debe ser. Este momento es como es, porque el Universo es como es. No luches.
Tómate un tiempo para estar en silencio y silenciar el diálogo interno. Guíate por tu intuición.
Renuncia a tu necesidad de aprobación. Esta decisión da gran libertad.
Cuando reacciones con enojo o con violencia ante una persona, una situación o una circunstancia, reconoce que luchas contra ti mismo. No seas tan duro contigo.
Cuando reacciones con demasiada intensidad hacia alguien, ya sea amor o en odio, reconoce que esa persona es un reflejo de tu ser. Utiliza la relación como espejo para guiar tu evolución espiritual.
Suelta la carga del juicio y te sentirás mucho más ligero.
No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea a través de la comida, la bebida o las emociones tóxicas.
Reemplaza tu comportamiento motivado por el miedo, por comportamiento motivado por el amor.
Comprende que el mundo físico refleja el proceso de nuestra propia conciencia.
Es importante limpiar el medio ambiente de todo lo que contamina nuestra tierra, sus ríos y sus océanos pero, es mucho más importante limpiar las ideas tóxicas que contaminan la mente humana.
Fuente: Marta Texidó
Vive en el momento presente, es el único que tienes. Ten una aceptación psicológica total y absoluta de que ese momento es como debe ser. Este momento es como es, porque el Universo es como es. No luches.
Tómate un tiempo para estar en silencio y silenciar el diálogo interno. Guíate por tu intuición.
Renuncia a tu necesidad de aprobación. Esta decisión da gran libertad.
Cuando reacciones con enojo o con violencia ante una persona, una situación o una circunstancia, reconoce que luchas contra ti mismo. No seas tan duro contigo.
Cuando reacciones con demasiada intensidad hacia alguien, ya sea amor o en odio, reconoce que esa persona es un reflejo de tu ser. Utiliza la relación como espejo para guiar tu evolución espiritual.
Suelta la carga del juicio y te sentirás mucho más ligero.
No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea a través de la comida, la bebida o las emociones tóxicas.
Reemplaza tu comportamiento motivado por el miedo, por comportamiento motivado por el amor.
Comprende que el mundo físico refleja el proceso de nuestra propia conciencia.
Es importante limpiar el medio ambiente de todo lo que contamina nuestra tierra, sus ríos y sus océanos pero, es mucho más importante limpiar las ideas tóxicas que contaminan la mente humana.
Fuente: Marta Texidó
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