sábado, 27 de febrero de 2010

El cuerpo nos habla


El cuerpo nos habla continuamente emitiendo señales de comodidad o incomodidad. Cada vez que eligimos una conducta determinada, nos tendriamos que preguntar como nos sentimos.
Es importante observar los pensamientos y las emociones que surgen de la toma de una decisión, la sensación que nos dejen nos ayudará a tomar la decisión correcta. Si sentimos alegria y comodidad seguro que hemos acertado. Nuestro cuerpo habla y hemos de aprender a estar atentos y escucharle.
Vive en el momento presente, es el único que tienes. Ten una aceptación psicológica total y absoluta de que ese momento es como debe ser. Este momento es como es, porque el Universo es como es. No luches.
Tómate un tiempo para estar en silencio y silenciar el diálogo interno. Guíate por tu intuición.
Renuncia a tu necesidad de aprobación. Esta decisión da gran libertad.
Cuando reacciones con enojo o con violencia ante una persona, una situación o una circunstancia, reconoce que luchas contra ti mismo. No seas tan duro contigo.
Cuando reacciones con demasiada intensidad hacia alguien, ya sea amor o en odio, reconoce que esa persona es un reflejo de tu ser. Utiliza la relación como espejo para guiar tu evolución espiritual.
Suelta la carga del juicio y te sentirás mucho más ligero.
No contamines tu cuerpo con toxinas, ya sea a través de la comida, la bebida o las emociones tóxicas.
Reemplaza tu comportamiento motivado por el miedo, por comportamiento motivado por el amor.
Comprende que el mundo físico refleja el proceso de nuestra propia conciencia.
Es importante limpiar el medio ambiente de todo lo que contamina nuestra tierra, sus ríos y sus océanos pero, es mucho más importante limpiar las ideas tóxicas que contaminan la mente humana.
Fuente: Marta Texidó


Tu opinión es importante.
Anímate y deja un comentario Aquí.


jueves, 25 de febrero de 2010

Abundacia y Prosperidad



La abundancia y prosperidad está allí esperando por ti.....

jueves, 18 de febrero de 2010

Agradece a Dios




Dar gracias a Dios todos los días por las infinitas bendiciones que nos ofrece nos abre el camino para que nos lleguen más bendiciones.

Cuando nos sentimos agradecidos por nuestras experiencias pasadas y presentes, transcendemos los juicios de lo que consideramos que está bien o mal.

Pasamos de ser víctimas a ser conscientes de nuestro poder de elección. Podemos elegir agradecer las oportunidades que nos ofrece la vida de aprender y avanzar o podemos simplemente quejarnos de lo que nos ha tocado vivir.

Cuando agradecemos lo que nos sucede, le estamos diciendo: SI a la vida, SI, estoy dispuesto a aprender las lecciones que necesito aprender, ya sean de relaciones, laborales, de salud, económicas o profesionales.

Sin embargo, agradecer lo que aparentemente puede parecer un desastre es bastante más difícil que sentir agradecimiento cuando todo nos va sobre ruedas.

Agradecer no implica negar el dolor, pero cuando transcendemos el dolor, la rabia, etc..., agradeciendo en medio de la situación que nos ha tocado vivir, nos abrimos a las infinitas posibilidades que nos brinda la vida de avanzar hacia más felicidad y más plenitud.

Muchas personas han declarado que después de sufrir desengaños, pérdidas, enfermedades, incluso vivencias tremendamente traumáticas, se han sentido agradecidos por las experiencias que les han aportado.

La pérdida de un ser querido les ofreció la oportunidad de valorar a los personas que aún estaban a su lado, de agradecer los momentos vividos junto a la persona que falleció y a ser más amorosos y tolerantes con los demás.

Las dificultades económicas les ofrecieron la oportunidad de apreciar lo que ya tenían y a emplear sus recursos personales yacentes, para crear más prosperidad y abundancia en su vida.

La separación de su pareja, les brindó la posibilidad de ser independientes económicamente y a mejorar su autoestima, ofreciéndoles a su vez una nueva relación, más profunda y sincera. Una enfermedad les ayudó a sanar su relación con el pasado, a perdonar, liberándolos del enorme peso del resentimiento.

El traslado a otra ciudad, les ayudó a expandir sus horizontes, conocer a otras personas y a superar limitaciones que quizás no hubiesen logrado quedándose en su ciudad.

Un problema laboral, les empujó a salir a buscar otro puesto más satisfactorio a nivel creativo y económico.

Agradecer a Dios en medio de todo lo que estamos viviendo en el presente, aunque momentáneamente no veamos el por qué de una situación dolorosa, nos da el poder y la energía necesaria para realizar cambios positivos. Nos ofrece la oportunidad de crecer y de avanzar en todos los aspectos de nuestra vida.

Si nos quedamos en el victimismo, quejándonos de nuestra mala suerte, perdemos la oportunidad de sacar todo nuestro potencial a la luz...nuestra creatividad, nuestros talentos, nuestros recursos internos, nuestro Ser.
Siempre podemos elegir.

El momento de poder está siempre en el presente y es sólo transcendiendo lo aparentemente doloroso y difícil que podemos cambiar el futuro.

Es en el presente, que creamos nuestro futuro. Toma Tu presente y actúa:

Agradece a Dios la oportunidad que te ofrece de aprender

Agradece a Dios la oportunidad que te ofrece de vivir

Agradece a Dios la oportunidad que te ofrece de avanzar

Agradece a Dios la oportunidad que te ofrece de llorar

Agradece a Dios la oportunidad que te ofrece de Reir

Respiras... Vives....Te comunicas...

GRACIAS DIOS

Fuente: Alicia Virelli y Angelluz

¡¿Aún no Meditas?!




¿Sabías que la meditación alarga la vida?
¿Sabías que la meditación es el reemplazo perfecto e ideal para casi cualquier fármaco?

¿Sabías que más de un 80% de las personas que intentan meditar renuncian en la segunda vez por no “poder relajarse”?
¿Sabías que hoy existen métodos que garantizan la profundidad de la relejación y meditación?
¿Sabías que cada día casi 300.000 personas en todo el mundo adoptan la meditación como modo de vida?
¿Sabías que cada vez más escuelas imponen la meditación entre sus alumnos al comienzo del día, y que las notas mejoran en casi un 60%?
¿Sabías estadísticamente las personas que meditan NO se suicidan ni se deprimen?
¿Sabías que los que meditan tienen muchas más chances de disfrutar de la vida, por su conexión automática al momento presente?
¿Sabías que la práctica de la meditación te vuelve una persona más tranquila, más contemplativa, más alegre, y menos temerosa?
¿Sabías que no hace falta ser un gurú de la India, sino que cualquier nivel de meditación rejuvenece tu sistema?
¿Sabías que la meditación es la práctica cultural más cercana al estado del bebé?
¿Sabías que la meditación expande tus horizontes mentales y tu capacidad de desenvolverte en el mundo?
¿Sabías que en el futuro es muy probable que meditar sea una actividad de la vida tan normal como lavarse las manos?

Tú puedes y debes meditar. Tiene que ser para tí un objetivo y un placer. Estamos entrando en la era de Acuario, y prepararte para una consciencia elevada (que ya está presente, verás como lo sentirás!) es indispensable.
Meditación – Tu Meta.
Fuente: Secretia

La Meditación - La Transformación





El objetivo de la meditación es la transformación personal.
El yo que inicia la experiencia meditativa no es el mismo que la termina. La experiencia cambia el carácter mediante un proceso de sensibilización que nos hace más atentos a nuestros pensamientos, palabras y actos. Con ella, la arrogancia se evapora, los antagonismos se diluyen y la mente se torna calmada y quieta. La vida se asienta. Por eso la meditación hecha correctamente nos prepara para afrontar las subidas y bajadas de la vida, reduce la tensión, el temor y las preocupaciones. Se calma la agitación y la pasión se modera. Las cosas empiezan a situarse en el lugar que les corresponde y la vida flota en vez de hundirse. Todo esto sucede por medio de la comprensión y el discernimiento.

La meditación agudiza el poder de concentración y raciocinio. Paso a paso se hacen más claros los propios motivos y mecanismos subconscientes, la intuición se desarrolla, la precisión del pensamiento se afina y gradualmente se llega al conocimiento de las cosas tal y como son en realidad, sin prejuicios ni espejismos. ¿Y todo eso es razón suficiente para realizar el esfuerzo de meditar?
En realidad, todo lo anterior sólo son promesas . Sólo hay una manera de saber si la meditación vale la pena: aprender a hacerla correctamente y practicarla. Verlo por uno mismo.
Fuente: Henepola Gunaratana

martes, 16 de febrero de 2010

Buscando el Silencio a través de las canciones



Conciertos-Meditación


La sociedad de finales del siglo XX -principios del XXI en la que vivimos, se está caracterizando por el ruido y la estimulación audio-visual cada vez más imperantes. Difícil resulta habitualmente encontrar lugares silenciosos en las ciudades. Y, parece ser, que el Ser Humano necesita tanto del silencio como del aire que respira. Por otra parte pensamientos alborotadores y dispersantes se encargan de llenar nuestro interior, con lo que recibimos ataques ruidosos y distorsionantes de nuestra paz de continuo, desde fuera y desde dentro, incluso cuando dormimos.
Meditar es un vocablo que viene del verbo latín "Medico" que significa cuidar, administrar remedios, curar. Derivada de ella tenemos "Medicus" que significa curativo, medicinal. Parece ser, pues, que la Meditación es un acto terapéutico y sanador. La experiencia meditativa de quien se ha atrevido a escuchar el Silencio con cierta dedicación lo demuestra con creces. ¡¡Qué bien se siente uno cuando ha estado un ratito en los brazos del Silencio!!
La meditación puede ser, pues, la salvación.En el Silencio podemos encontrar muchas de las respuestas a las preguntas existenciales básicas que solemos hacernos. Estar en silencio es llamar a la puerta del maravilloso templo de la Paz y el Conocimiento. ¡Ahora bien! Incluso habiendo encontrado un lugar silencioso, todos sabemos lo difícil que puede llegar a ser al principio mantener una actitud de escucha silenciosa interna por un espacio de tiempo de más de... ¿cuántos minutos? Todas las líneas de aprendizaje meditativo proponen al principiante trucos varios para aprender a mantener la mente centrada en algo (objeto, imagen mental, letanía...) para, una vez conseguida la disciplina mental, poder abandonarse al acto meditativo en sí, a la Escucha, ahora ya sin distracción, participando todo el Ser.
Tanto en la Música como en la Poesía se combinan el sonido y el silencio. Cuanto más equilibrio y buena proporción de los dos elementos, mejores resultados, más Belleza, más Sublimidad. Una canción es un cóctel de lenguaje musical y lenguaje poético, donde la voz se torna un instrumento de expresión sanadora formidable tanto para el que canta como para el que lo escucha y tanto más si la letra de la canción es una letra orientada a elevar nuestra conciencia.
Por todo esto un Concierto-Meditación es una propuesta terapéutica y una propuesta de aprendizaje en la Escucha. Bien sabido es que tanto la Música como la Poesía cuando consiguen elevar nuestras consciencias se vuelven magníficas vías de contacto con esa Paz y ese Silencio del que estamos hablando. Nos abren a otro tipo de percepción, nos conectan con algo que solemos llamar "superior" por su aportación inmediata de luminosidad, de tranquilidad, de emoción, de comprensión, de sanación.
Para el compositor de canciones de este tipo la experiencia creativa, el mero acto compositivo, es ya una experiencia de apertura y de aprendizaje. Inevitable es querer compartir esto con los demás. Y de ahí nace la voluntad firme de cantar para crear Silencio.
Cuando escuchamos una canción que nos sobrecoge inmediatamente entramos en un tipo de vibración energética claramente meditativa. Son unos tres o cuatro minutos en dónde el tiempo puede desaparecer por completo, la mente se aquieta. El lenguaje poético cantado junto con la melodía y armonía musical que lo acompañan nos provocan imágenes mentales sugerentes que despiertan emociones, rompen bloqueos energéticos, producen comprensiones súbitas, proponen trabajos internos pendientes de realización, removidas insospechadas, relajación, introspección, bienestar, abandono (en el mejor sentido de la palabra)... Siempre y cuando seamos capaces y queramos aprender a escuchar no sólo con nuestro sentido del oído y con una mente analítica sino con todo nuestro ser.
Por eso nos descalzamos para relajar la mente, nos sentamos para relajar el cuerpo, creamos un ambiente de penumbra para dejar que brille la luz dentro de nosotros, cerramos los ojos para ejercitarnos en la Escucha... ¡Nos sumergimos en un viaje tranquilo por los interiores de nosotros mismos! Sólo es necesario abrirse y escuchar...Que las canciones nos acompañen en el arduo camino del Despertar.
Fuente: Conciencia sin fronteras

martes, 2 de febrero de 2010

LOS DIFERENTES YOES



Hablamos de los muchos yoes existentes dentro de cada uno de nosotros. Una manera más fácil de describirlos es llamarlos "estados de ánimo". De vez en cuando sería conveniente detenernos un momento y preguntarnos: "¿Qué estado de ánimo me habita justo ahora?"

Otra manera de decir sería: "¿Qué pasajero se me subió al taxi en este momento?". Es beneficioso que nos demos cuenta de qué manera fluctuamos anímicamente durante las más o menos dieciséis horas de vigilia.

Un estado de ánimo o yo depresivo nunca tropieza con el yo alegre y satisfecho de vivir. Un yo temeroso no conoce ni de nombre al yo audaz. No se trata de intentar que se encuentren, es imposible. Pero sí podemos irlos conociendo sucesivamente.


Además de llegar a conocer a nuestros "yoes", debemos admitir que los otros también los tienen. Una persona que nos recibió cálidamente un día, poco después nos atiende con gran indiferencia. ¿Qué hicimos para merecer ese cambio de trato? Nada, simplemente esa persona pasó de un yo a otro.

Debemos hacer el inventario de nuestros muchos yoes. Nos ayuda haber estudiado nuestras emociones negativas. Cada una de ellas se encarna en un yo. Están el yo que se autocompadece, el yo que critica a los demás, el yo que intenta justificar todo lo que hace, el yo resentido, el yo iracundo, el yo celoso, etc., etc.

Esto no quiere decir que no existan yoes positivos; pero es conveniente empezar por estudiar los negativos, porque ocupan la energía que necesitarían los yoes positivos para desarrollarse y, por lo tanto, obstaculizan nuestro crecimiento personal. Además, son perjudiciales para nuestras relaciones con las otras personas. Si nos esforzamos, podemos prescindir de ellos, con gran beneficio para nosotros y para los demás.