domingo, 16 de agosto de 2009

La Madre Teresa de Calcuta


Pensamientos conscientes para inspirarnos a todos.

¿El día más bello? Hoy
¿El obstáculo más grande? El miedo
¿La raíz de todos los males? El egoísmo
¿La peor derrota? El desaliento
¿La primera necesidad? Comunicarse
¿El misterio más grande? La muerte
¿La persona más peligrosa? La mentirosa
¿El regalo más bello? El perdón
¿La ruta más rápida? El camino correcto
¿El resguardo más eficaz? La sonrisa
¿La mayor satisfacción? El deber cumplido
¿Las personas más necesitadas? Los padres
¿La cosa más fácil? Equivocarse
¿El error mayor? Abandonarse
¿La distracción más bella? El trabajo
¿Los mejores profesores? Los niños
¿Lo que más hace feliz? Ser útil a los demás
¿El peor defecto? El malhumor
¿El sentimiento más ruin? El rencor
¿Lo más imprescindible? El hogar
¿La sensación más grata? La paz interior
¿El mejor remedio? El optimismo
¿La fuerza más potente del mundo? La fe
¿La cosa más bellas de todo?
El Amor
Teresa de Calcuta.

miércoles, 12 de agosto de 2009


MANUAL PARA SUBIR MONTAÑAS


Escoge la montaña que deseas subir: No te dejes llevar por los comentarios de los demás, que dicen “ésa es más bonita”, o “aquélla es más fácil”. Vas a gastar mucha energía y entusiasmo en alcanzar tu objetivo, y por lo tanto eres tú el único responsable y debes estar seguro de lo que estás haciendo.
Se cómo llegar frente a ella: muchas veces, vemos la montaña de lejos, hermosa, interesante, llena de desafíos. Pero cuando intentamos acercarnos, ¿qué ocurre? Que está rodeada de carreteras, que entre tú y tu meta se interponen bosques, que lo que parece claro en el mapa es difícil en la vida real. Por ello, intenta todos los caminos, todas las sendas, hasta que por fin un día te encuentres frente a la cima que pretendes alcanzar.
Aprende de quien ya caminó por allí: por más que te consideres único, siempre habrá alguien que tuvo el mismo sueño antes que tú, y dejó marcas que te pueden facilitar el recorrido; lugares donde colocar la cuerda, picadas, ramas quebradas para facilitar la marcha. La caminata es tuya, la responsabilidad también, pero no olvides que la experiencia ajena ayuda mucho.
Los peligros, vistos de cerca, se pueden controlar: cuando empieces a subir la montaña de tus sueños, presta atención a lo que te rodea. Hay despeñaderos, claro. Hay hendiduras casi imperceptibles. Hay piedras tan pulidas por las tormentas que se vuelven resbaladizas como el hielo. Pero si sabes dónde pones el pie, te darás cuenta de los peligros y sabrás evitarlos.
El paisaje cambia, así que aprovéchalo: claro que hay que tener un objetivo en mente: llegar a lo alto. Pero a medida que se va subiendo, se pueden ver más cosas, y no cuesta nada detenerse de vez en cuando y disfrutar un poco del panorama alrededor. A cada metro conquistado, puedes ver un poco más lejos; aprovecha eso para descubrir cosas de las que hasta ahora no te habías dado cuenta.
Respeta tu cuerpo: sólo consigue subir una montaña aquél que presta a su cuerpo la atención que merece. Tú tienes todo el tiempo que te da la vida, así que, al caminar, no te exijas más de lo que puedas dar. Si vas demasiado deprisa, te cansarás y abandonarás a la mitad. Si lo haces demasiado despacio, caerá la noche y estarás perdido. Aprovecha el paisaje, disfruta del agua fresca de los manantiales y de los frutos que la naturaleza generosamente te ofrece, pero sigue caminando.
Respeta tu alma: no te repitas todo el rato “voy a conseguirlo.” Tu alma ya lo sabe. Lo que ella necesita es usar la larga caminata para poder crecer, extenderse por el horizonte, alcanzar el cielo. De nada sirve una obsesión para la búsqueda de un objetivo, y además termina por echar a perder el placer de la escalada. Pero atención: tampoco te repitas “es más difícil de lo que pensaba”, pues eso te hará perder la fuerza interior.
Prepárate para caminar un kilómetro más: el recorrido hasta la cima de la montaña es siempre mayor de lo que pensabas. No te engañes, ha de llegar el momento en que aquello que parecía cercano está aún muy lejos. Pero como estás dispuesto a llegar hasta allí, eso no ha de ser un problema.
Alégrate cuando llegues a la cumbre: llora, bate palmas, grita a los cuatro vientos que lo has conseguido, deja que el viento allá en lo alto (porque allá en la cima siempre hace viento) purifique tu mente, refresca tus pies sudados y cansados, abre los ojos, limpia el polvo de tu corazón. Piensa que lo que antes era apenas un sueño, una visión lejana, es ahora parte de tu vida. Lo conseguiste.
Haz una promesa: aprovecha que has descubierto una fuerza que ni siquiera conocías, y dite a ti mismo que a partir de ahora, y durante el resto de tus días, la vas a utilizar. Y, si es posible, promete también descubrir otra montaña, y parte en una nueva aventura.Cuenta tu historia: sí, cuenta tu historia. Ofrece tu ejemplo. Di a todos que es posible, y así otras personas sentirán el valor para enfrentarse a sus propias montañas.
Paulo Coelho

Premio a la Compasión Mundial Extraordinaria


Hannah Taylor
Una Niña con Gran Compasión


"Si en tu corazón hay algo en lo que crees y lo intentas con todas tus fuerzas, puedes ayudar a que nuestro mundo sea mejor sin importar la edad que tengas". - Hannah Taylor
Hannah Taylor es una niña de 12 años que reside en Winnipeg, Canadá. Cuando tenía cinco años, vio a un indigente y se conmovió mucho. Se la pasaba pensando en aquella persona y le preguntaba a su madre acerca de los indigentes. Luego de explicarle muchas veces, su madre sugirió que si Hannah hacía algo para ayudar, podría hacerle sentir mejor. Justo al día siguiente, Hannah le preguntó a su maestra de primer grado si ella podía hablarle a la clase acerca de los indigentes. La clase quedó tan inspirada por Hannah, que decidieron recolectar fondos para un refugio para indigentes de la comunidad por medio de la venta de arte, platillos horneados y una donación de ropa.
Cuando Hannah tenía seis, fundó la Fundación Mariquita para ayudar a los indigentes. Como las mariquitas son símbolo de buena suerte, ella quería esta buena suerte para sus amigos indigentes. Hannah dijo una vez: "Lo que espero en lo profundo de mi corazón, es que todos vean a los indigentes como personas. Ellos son iguales a ti y a mí, sólo que han caído en malos tiempos..." De muchas maneras, la Fundación Mariquita trata de elevar la conciencia y recaudar fondos para beneficiar a los indigentes. La componen enteramente voluntarios que han sido inspirados por la amorosa visión de Hannah para que todos tengan hogares cálidos y seguros.
Hannah ha recibido varios premios, incluyendo el Premio Brick 2007, el cual es presentado a personas con una edad inferior a 25 años que han hecho una contribución significativa a las vidas de los demás. En 2007, Hannah también era la persona más joven que alguna vez fuera premiada con el Premio de las 100 Mujeres Más Poderosas de Canadá. Además, ha recibido una invitación para trabajar durante los próximos siete años con el Premio Mundial de los Niños por los Derechos del Niño.
Al enterarse del amoroso espíritu y trabajo humanitario de Hannah, la Maestra Suprema Ching Hai premió a esta compasiva muchacha con el Premio a la Compasión Mundo Resplandeciente, junto con 5.000 dólares canadienses, para apoyar su noble servicio a las personas desamparadas. Luego de recibir el premio y obsequios en enero del Año Dorado 5 (2008), Hannah envió una carta de agradecimiento diciendo: "¡Gracias por el interés y la ayuda! ¡Su regalo ayudará a muchos de nuestros indigentes y hambrientos! Abrazos y Mariquitas. Con amor, su amiga Hannah".
Por el Grupo de Noticias de Vancouver, Canadá (Originalmente en inglés)

Gracias, Hannah, por tu amoroso corazón y dedicación en ayudar a que todos tengan hogares cálidos y cómodos y vidas dignas. Que Dios te bendiga para que con tus nobles obras lleves amor y consuelo a los demás en el mundo.
Sigamos su ejemplo, siempre hay alguien que necesita de nosotros.

Para más información acerca del trabajo de Hannah y su fundación, sírvase visitar
http://www.ladybugfoundation.ca/

miércoles, 5 de agosto de 2009

martes, 4 de agosto de 2009

AUTOCONOCIMIENTO


El conocimiento de uno mismo, o auto conocimiento es la herramienta más importante que tenemos para evolucionar como seres humanos.
Es la piedra fundamental de la filosofía de Sócrates, la base del trabajo espiritual que nos permite saber ¿quiénes somos?, ¿porque lo somos? y a hacía donde nos dirigimos.
¿Quien no se hecho alguna vez esta pregunta?
Es lo que nos indicara el camino que tomara nuestras vidas a menos que hagamos algo para modificarlo. A medida que uno se interna en el mundo del autoconocimiento van cayendo como velos los distintos programas mentales que poseemos. En base a ello podemos determinar cuales nos interesa conservar y que pretendemos modificar.
A partir de allí se inicia un camino fascinante donde no existen límites, se toma verdadera conciencia de la maleabilidad que poseemos, entendemos la certeza del libre albedrío y podemos planificar quienes queremos ser.
Descubre ese maravilloso ser que posees en tu interior.
Te asombraras!!!