viernes, 16 de enero de 2015

Aprendiendo





“Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia


entre sostener una mano
y encadenar un alma;

Y uno aprende que el amor no significa acostarse,
y que una compañía no significa seguridad,
y uno empieza a aprender…

Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas,
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta
y los ojos abiertos,
y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes…
y los futuros tienen su forma de caerse por la mitad.

Y uno aprende que si es demasiado
hasta el calor del sol puede quemar.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
en lugar de que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno es realmente fuerte,
que uno realmente vale,
y uno aprende y aprende… y así cada día.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien
porque te ofrece un buen futuro,
significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.

Con el tiempo comprendes que sólo quién es capaz 
de amarte con tus defectos y sin pretender cambiarte
puede brindarte toda la felicidad.

Con el tiempo aprendes que si estás con una persona
sólo por acompañar tu soledad,
irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo aprendes que los verdaderos amigos son contados
y quién no lucha por ellos, tarde o temprano,
se verá rodeado sólo de falsas amistades.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en momentos de ira
siguen hiriendo durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace,
pero perdonar es atributo sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente
es muy probable que la amistad nunca sea igual.

Con el tiempo te das cuenta que aún siendo feliz con tus amigos,
lloras por aquellos que dejaste ir.

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida,
con cada persona, es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta que el que humilla 
o desprecia a un ser humano, tarde o temprano
sufrirá multiplicadas las mismas humillaciones o desprecios.

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy,
porque el sendero del mañana no existe.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas y forzarlas a que pasen
ocasiona que al final no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro,

sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado, añorarás a los que se marcharon.

Con el tiempo aprenderás a perdonar o pedir perdón,decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas,decir que quieres ser amigo, pues ante una tumba, ya no tiene sentido.

Pero desafortunadamente, sólo con el tiempo…”

Jorge Luis Borges 

miércoles, 14 de enero de 2015

Vida!!!




Vida...

Deshaz en mí todo aquello que necesite ser deshecho.
Corrige mi esperanza de ser enmendado.
Úsame. Saca de mí cada ápice de creatividad. Ayúdame a Vivir una Vida radicalmente extraordinaria, forjando siempre un camino jamás antes transitado en el bosque.
Enséñame cómo Amar con más profundidad, como nunca antes creí que fuera posible.
Cualquier cosa de la que siga huyendo, muéstramela con absoluta evidencia.
En cualquier cosa con la que siga en conflicto, ayúdame a suavizarme en ella, a relajarme en ella, a abrazarla completamente.
En donde mi Corazón continúe cerrado, muéstrame una forma de abrirlo sin recurrir a la violencia.
A todo aquello a lo que me siga aferrando, ayúdame a dejarlo ir.
Regálame desafíos, luchas y obstáculos aparentemente insuperables, si crees que eso me ayude a tener una más profunda humildad y confianza en la inteligencia de la Vida.
Ayúdame a reírme de mi propia seriedad.
Permíteme encontrar el humor en los lugares más oscuros.
Muéstrame un profundo sentido de descanso en medio de cada tormenta.
No me libres de la Verdad. Nunca.
Deja que la gratitud sea mi guía.
Deja que el perdón sea mi mantra.
Deja que este momento sea mi eterna compañía.
Permíteme ver tu rostro en cada rostro.
Permíteme sentir tu cálida presencia en mi propia presencia.
Sosténme cuando tropiece.
Respírame cuando yo no pueda respirar.
Permíteme morir viviendo, no vivir muriendo.

Amén.

J. Foster.

domingo, 4 de enero de 2015

No dejes nunca de soñar!!!







“No permitas que la vida pase a ti sin que la vivas. No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido un poco feliz, sin haber alimentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte, que es casi un deber. No abandones tus ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y la poesía sí pueden cambiar el mundo. Somos seres humanos llenos de pasión. La vida es desierto y es oasis. Nos derriba, nos lastima, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. No dejes nunca de soñar, porque sólo en sueños puede ser libre el hombre. No caigas en el peor error, el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso. No te resignes. No traiciones tus creencias. Todos necesitamos aceptación, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos. Eso transforma la vida en un infierno. Disfruta el pánico que provoca tener la vida por delante. Vívela intensamente, sin mediocridades. Piensa que en ti está el futuro y en encontrar la tarea con orgullo y sin miedo. Aprende de quienes pueden enseñarte. No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas…” (Odas, Oda 11, Horacio)

domingo, 28 de julio de 2013

RESISTIRSE PARA EVITAR LA REALIDAD


Resistirse o Aceptar

La aceptación es una puerta mágica que se cierra a los problemas y se abre a las oportunidades (Rafael Hernampérez)


RESISTIRSE PARA EVITAR LA REALIDAD



En nuestra vida hay muchas experiencias dolorosas que no podemos eludir como las enfermedades, pérdidas, desilusiones, separaciones etc… que nos causan malestar. Si añadimos al sufrimiento de estas experiencias una actitud de resistencia, generaremos un sufrimiento que puede ser prescindible e innecesario.

La resistencia constituye un mecanismo de oposición a la realidad, acompañado de sentimientos como la rabia, el asco, el rechazo o la indignación, es decir, todo un movimiento emocional que nos priva de la calma y la lucidez, turbiándonos el entendimiento la mayoría de las veces.

La resistencia ocasiona una tormenta emocional que nos hará difícil vislumbrar la solución adecuada. Es como si fuera una emoción que va creciendo conforme se va tomando conciencia de lo que sucede o lo que acabamos de saber. Y que si no sabemos controlar puede llevarnos al estancamiento personal.

Además del sufrimiento añadido por la adopción de la postura resistente, lo que ésta acaba produciendo es la imposibilidad de encontrar una solución o respuesta adecuada a la situación desagradable que la provocó por varias razones, una es el impedimento de ver con claridad la situación en la que nos encontramos inmersos en su conjunto y otra, que las emociones resultantes nos impedirán en mayor medida llevar a cabo el remedio en práctica.

Por lo tanto, la resistencia no solo nos incrementa el sufrimiento, sino que nos hace más difícil el encuentro y la puesta en marcha de la solución al problema que nos sucede.

Y aunque el origen del rechazo y la resistencia sea completamente natural, ya que todos los seres vivos tratamos de evitar aquello que nos perjudica o hace daño y nos aproximamos a lo que nos favorece, el problema se origina o surge cuando aquello que no nos gusta presenta la característica de inevitable, por lo que no nos queda más remedio que afrontarlo.

Así, malgastamos nuestra energía en el conflicto interno que albergamos, en lugar de buscar o encauzarnos por el camino o solución correcta.

ACEPTACIÓN COMO ACTITUD EN EL PRESENTE



Si no oponemos resistencia, en cambio, surge la aceptación, a través de la cual permitimos que la realidad del presente sea tal cual es, sin oponernos a ella, reconociendo a la realidad, sintonizando con ella. Incluso, cuando se ha soportado un periodo de mucha resistencia, podemos vernos abrumados por lo inevitable del hecho que resistimos a aceptar, y rendirnos del todo, dejando por lo tanto de oponernos a él. Pero es cierto que la aceptación suele ser un proceso gradual, que tarda cierto tiempo en producirse.

Cuando aceptamos, el sufrimiento cesa y si somos capaces podemos llegar a sentirnos en sintonía con todo lo que es, viviendo lo que antes parecía una situación sin salida como un punto de partida y una oportunidad para enriquecernos. Aceptamos y así, permitimos en cierto modo el cambio, porque damos paso a la comprensión de las cosas.

Permitir que las cosas sean como son, aliarnos con la realidad, en muchas ocasiones nos exigirá que abandonemos proyectos concebidos para el futuro o que nos desliguemos de ciertas personas o cosas, para seguir avanzando.

 Lo que se resiste, persiste. Sólo cuando comenzamos a aceptar, la situación cambia. 

miércoles, 13 de marzo de 2013

Aprender a decir NO !!!!!!









 Existen dos letras que te transforman de sumiso-complaciente en libre y dueño de tu tiempo. Esas dos letras son NO.
Si hay algo que cuesta a la mayoría de las personas es pronunciar esta palabra. Los motivos por los que nos cuesta tanto decir que NO están relacionados con la aceptación por parte de otros. Vives de la valoración de terceras personas y por desgracia, la imagen que tienes de ti mismo, tu seguridad y tu confianza, muchas veces depende de la opinión que los demás desprenden de ti. Por lo tanto, cuanto mejor caigas, y más dispuesto estés para todo el mundo, más positivamente te valorarán. Esa valoración te hace sentir bien y retroalimenta tu conducta de "estar disponible" cada vez que alguien te requiera o te pida un favor.
Interpretas que si te niegas a hacer los favores que te piden, te van a juzgar como una persona egoísta, poco solidaria y nada complaciente. Puedes ser servicial, lo que no tienes que ser es servil.
También dices que SÍ por miedo a perder a la persona. Interpretas que decir NO es una forma de fallar a alguien querido o a los que te necesitan. En cierto modo es así, les estás fallando en la petición que te hacen. Pero es que muchas veces la petición es injusta o impide que tú priorices tus actividades. Aprende que no pasa nada por "fallar" de vez en cuando. Si estás disponible para todo el mundo, no lo estarás para ti. Y tú también eres importante. En lugar de luchar para "no fallarle" a la gente, lucha para aceptar que tienes derecho a priorizarte, a pensar que tus hobbies, tu trabajo y tus necesidades también pueden estar delante de los demás. Igual es más importante dejar de fallarte a ti que fallarle a otros.
Otras veces dices que SÍ cuando quieres decir NO por evitar un conflicto. Muchas personas huyen de los conflictos. No porque los conflictos sean algo negativo, que en ocasiones no lo son, todo lo contario, porquede un conflicto te puedes reinventar, encontrar soluciones y crecer; sino porque los conflictos son desagradables de gestionar. Y la gente no quiere vivir situaciones desagradables. En lugar de decir que NO, y tener que comprometerte con algo que te va a complicar la vida o te va a quitar tiempo que necesitas para ti, aprende a gestionar y lidiar con los conflictos. Forman parte de la evolución y de la vida.
También tienes que pensar que la persona que te pide un favor, cuenta con que puedas darle la respuesta negativa, forma parte de la probabilidad. Y si no cuenta con esta posibilidad, entonces no vale la pena. Porque será alguien que se crea con derecho a todo y que piense que él y sus necesidades son más importantes que las tuyas propias. Cuando te relacionas con este tipo de personas tú siempre estás en un segundo plano, tú no eres relevante, tu vida puede esperar mientras vives y solucionas la de esa persona. Igual te convendría alejarte un poco de este tipo de gente con falta de empatía y con esa clase de egoísmo.

Decir NO te permite:

Darte valor 
Tú eres importante, tus necesidades, tu trabajo, tus hobbies también lo son. Si quieres ser feliz, tienes que encontrar el equilibrio, y ese equilibrio pasa porque tu vida sea plena, una vida en la que hagas cosas por necesidad y cumplas con tus obligaciones, pero en la que también tengas tiempo para dedicarte a ti. Si ninguneas tu tiempo de ocio porque "no es importante", tampoco encontrarás esa paz interior que te permite fluir y disfrutar.
Darle valor a tu tiempo
El tiempo no cuesta dinero y por eso abusamos de él. No lo valoramos, lo regalamos incluso lo malgastamos. Pues te diré una cosa, el tiempo no tiene repetición. Aprende a gestionarlo con inteligencia. Tu tiempo es tuyo, haz con él lo que te plazca, con sentido común y cabeza. No dejes que la gente disponga de tu tiempo si a ti no te apetece.

Tener control y saber que eres tú el que decide en qué proyecto te embarcas. No es lo mismo embarcarte tú a que te embarquen los demás.
Saber quién está contigo de verdad y quien lo está por conveniencia. Puede ser que la persona que te dé de lado cuando no obtenga tu disponibilidad, sea un poco parásito. A veces hay que perder gente en el camino para ganar calidad de vida. No tengas miedo a perder gente que no vale la pena. Las personas que te acompañan en tu vida de alguna manera la tienen que enriquecer. Si el que te acompaña resta más que suma, empieza a cuestionarte esa relación.
Aprender a buscar la valoración en ti. No eres mejor persona ni mejor profesional por estar disponible para todo el mundo. Igual la gente a la que complaces tanto, tienen una opinión tuya como "se lo pedimos a este, que es tan bueno que siempre dice que sí, me parece hasta tontito", "pídeselo a fulanito, siempre dice que sí, no debe tener mucho trabajo que hacer". No siempre las conclusiones que las personas sacan sobre los serviles son positivas. Lo que tú vales no está en función sólo de lo que tú das. Tienes valor por muchos motivos más, y esos no los puedes olvidar.
 Consejos que te ayudarán a decir que NO.
Valora la petición
No tienes por qué dar una respuesta inmediata. Di a la persona que te lo pensarás, que consultarás la agenda, que lo hablarás con tu pareja, etc.
Si de verdad tienes claro que es una petición que no te apetece, que es injusta o que te impide priorizar lo que para ti era importante... di NO. No te justifiques, no des explicaciones, ni mientas. Sé claro y directo. "Lo siento, no puedo hacerlo esta vez. Estaré encantado de ayudarte en otro momento, pero esta vez me es imposible". No des explicaciones que nadie te ha pedido.
No te dejes chantajear 
La persona que recibe el NO a veces no lo acepta y puede que insista. Utiliza entonces la técnica del disco rayado. Se trata de repetir una y otra vez la misma frase: LO SIENTO, ESTA VEZ NO PUEDE SER. No te salgas de esta frase, porque tratarán de hacerte razonar y demostrarte que "esta vez sí puede ser".Estas personas pueden llegar a ser muy perseverantes. Di una y otra vez lo mismo, con el mismo tono de voz. No le demuestres que te está estresando o que lo estás pasando mal, si no seguirá presionando hasta que te canses y digas que sí.
No pierdas la calma ni te muestres dolido, avergonzado o apenado por no poder responder a su petición .Muestra seguridad, como si estuvieras convencido de tu negación, como si fuera normal decir que no, como si formara parte de la vida cotidiana. Puedes decir NO con cariño y con una sonrisa. Cuanto más convincente parezcas, menos te presionarán. Si te muestras afligido, intentarán pedírtelo otra vez a ver si en algún momento tu aflicción supera tus prioridades y cedes.
Si la persona se pone muy pesada, dile que tienes que colgar el teléfono o que tienes que irte. Y vete.
Y si luego te sientes mal contigo mismo, piensa que esto es cuestión de aprendizaje, que al principio, cuando introduces un cambio, te afecta, pero que poco a poco irás acostumbrándote a priorizarte y disponer de tu tiempo. Puedes decirte algo como "tranquilo, es normal, te sientes mal porque estás cambiando un valor que hasta ahora era importante en tu vida, pero tengo derecho a practicar deporte, a leer un libro y a no estar siempre para todo el mundo".
Y recuerda, cuando digas NO, también tienes que responsabilizarte de las consecuencias. Puede que algún día tú tengas quel lugar del otro.
Que aprendas a decir NO, no significa que ahora le digas NO a todo el mundo pedir el favor, y sea a ti a quien den la misma respuesta. 
Estamos atravesando un momento en el que debemos ser solidarios. Busca el equilibrio entre tus necesidades y las de los demás. Seguro que tu sentido común y tu escala de valores te llevan al punto óptimo.

miércoles, 23 de enero de 2013

Poner en practica todo lo aprendido





Muchas veces andamos adelantándonos a ciertos acontecimientos en nuestra vida que posiblemente pasaran o no y vamos por ahí enfrentándonos a todo tipo circunstancias positivas o negativas pero es cierto que todo llega en el momento adecuado ni antes ni después. Durante el año que paso puedo afirmar que fue un tiempo de cambios en mi vida, de aprendizaje, de enriquecimiento, de crecimiento, de recogimiento, de encuentro conmigo misma y lo mejor de lo mejor, el reencuentro con mi YO SUPERIOR. Aprendí de mis errores, me enfrente a mis miedos, aprendí a quererme, aprendí a decir NO y lo mas importante me di la oportunidad de darme a mi misma el lugar que me merezco, a quererme, a importarme, a consentirme, a tenerme paciencia, a ser tolerante y menos autocritica conmigo misma. He tenido ciertas ausencias por largos periodos en mis publicaciones pero realmente he estado poniendo en practica toda la teoría, que es la parte mas importante de nuestro crecimiento personal, ahora empiezo este año podría decirse siendo conscientemente coherente. Coherencia entre lo que se dice y se hace. Nosotros somos los únicos responsables y artífices de nuestras vidas, hagámonos cargo de ella con total responsabilidad y demos ese primer paso de los muchos que daremos juntos. Gracias a todos y cada uno de ustedes por permitirme compartir este sendero de enrrequecimiento personal y espiritual. Gracias a Dios por todas las bendiciones que me da a cada momento y por permitirme siempre expresarme autenticamente. 
Gracias !!!! Rocio

domingo, 9 de diciembre de 2012

Maldecir sin ton ni son


Un hechicero conduce a su aprendiz por la selva. Pese a ser más viejo, camina con agilidad, mientras que su aprendiz resbala y se cae a cada instante. El aprendiz blasfema, se levanta, escupe al suelo traicionero y sigue acompañando a su maestro. 
Tras una larga caminata, llegan a un lugar sagrado. Sin detenerse, el hechicero da media vuelta y comienza su viaje de regreso.
-No me has enseñado nada hoy -dice el aprendiz, que se cae de nuevo. 
-Sí que te he enseñado, pero parece que no aprendes -le responde el hechicero. 
-Estoy intentando enseñarte cómo se lidia con los errores de la vida.- 
-¿Y cómo se lidia con ellos?- -Como deberías hacerlo con tus caídas  En lugar de maldecir el sitio donde te caíste, debías buscar qué te provocó la caída.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Los 10 Mandamientos del Silencio


Hagamos una prueba: si nos quedamos unos minutos en silencio, cerramos los ojos e intentamos ser conscientes de los pensamientos que aparecen en nuestra mente, nos daremos cuenta de lo que pasa en nuestra cabeza durante todo el día. Es como tener dentro un radio o un televisor encendido emitiendo prácticamente el mismo programa cada día, porque tenemos casi el mismo patrón de pensamientos un día tras otro. Sin embargo cuando dejamos de darle vueltas a los pensamientos y analizarlos buscando resolverlos y probamos en su lugar simplemente a observarlos…ellos mismos se van y nos llevan a grandes momentos de entendimiento. Por ello, para cultivar este ambiente interno de conocimento y crecimiento personal, aquí te dejo algunas razones o explicaciones de por qué nos hace falta caminar por esta senda del silencio. Porque de nada sirve llenarnos la boca al hablar de grandes valores personales (p.ej. el silencio) si uno mismo no encuentra el motivo y el impulso personal, interno y sincero para ponerlo por obra. 
1. Habla siempre… Siempre y cuando sea necesario. Y siempre piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca. Sé breve y preciso ya que cada vez que dejes salir una palabra dejas salir al mismo tiempo una parte de tu Chi (energía). De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía. Por eso nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyectan imágenes negativas, porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de Chi (energía). 
2. Si no tienes nada bueno, verdadero y útil que decir, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo: escucha y refleja la energía. El Universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la Naturaleza nos ha dado, porque el Universo acepta sin intereses nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones, y nos envía de vuelta el reflejo de nuestra energía bajo la forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida. 
3. Quédate en silencio, cultiva tu propio ser interno. Tu silencio interior te permite ser impasible. Haz regularmente un ayuno de la palabra para reeducar a tu ego, que tiene la costumbre de hablar todo el tiempo. Practica el arte de no hablar. Elige un día a la semana para abstenerte de hablar, o al menos unas horas al día, según lo permita tu organización personal. Es un ejercicio excelente para conocer y aprender el universo ilimitado del Tao, en lugar de tratar de explicarlo con palabras. Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera naturaleza interna reemplazará a tu personalidad artificial, dejando aparecer la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio. Gracias a esta fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte completamente. Pero hay que tener cuidado de que el ego no se inmiscuya. El poder permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio. Si el ego se impone y abusa de este poder, el mismo poder se convertirá en un veneno y todo tu ser se envenenará rápidamente, perdiendo la paz.
4. Sé discreto, preserva tu vida íntima, de esta manera te liberas de las opiniones de los otros y llevaras una vida tranquila, volviéndote invisible, misterioso, indefinible, insondable, como el Tao. 
5. Tómate un momento de silencio interno para considerar todo lo que representa y conlleva cada decisión importante que tomes. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría. 
6. Si hay algo que realmente no sabes o no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo. El hecho de no saber es muy incómodo para el ego, porque le gusta saber de todo, tener siempre razón y siempre dar su opinión personal. En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace creer que sabe. 
7. No te comprometas fácilmente. Si actúas de manera precipitada, sin tomar conciencia en profundidad de la situación, te vas a crear complicaciones. La gente no tiene confianza en aquellos que dicen “sí” muy fácilmente, porque saben que ese “sí” no es sólido y le falta valor. 
8. Si te identificas con el éxito, tendrás éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracaso. Teniendo esto en cuenta, podrás observar que las circunstancias que vivimos son simplemente manifestaciones externas del contenido de nuestra mentalidad interior. Pero tampoco te des mucha importancia y sé humilde, pues cuanto te muestres superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen y vives en un mundo de tensiones e ilusiones. 
9. Evita el hecho de juzgar y criticar, el Tao es imparcial y sin juicios, no critica a la gente, tiene una compasión infinita y no conoce la dualidad. Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es expresar tu opinión muy personal y es una pérdida de energía, es puro ruido. Juzgar es una manera de esconder las debilidades. El sabio tolera todo y no dirá ni una sola palabra. Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es una proyección de todo lo que no has resuelto en ti mismo. Sé más bien como el Universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios, porque siendo como un espejo sin emociones, aprendemos a hablar de otra manera, con el poder mental tranquilo y en silencio, sin darle oportunidad de imponerse con sus opiniones personales y evitando que tenga reacciones emocionales excesivas, simplemente permitiendo una comunicación sincera y fluida. 
10. Deja que cada quien resuelva sus problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo en lugar de estar siempre defendiéndote. Cuando tratas de defenderte en realidad estás dándole demasiada importancia las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión. Si aceptas el no defenderte estás demostrando que las palabras de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son o lo que tienen la capacidad de ser. Dicho en otras palabras, vive siguiendo la vida sagrada del Tao. Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros. 

Fuente:   IVÁN /Terapeuta de Reiki

miércoles, 3 de octubre de 2012

La Resiliencia


¿Qué es la resiliencia?



La resiliencia es la capacidad para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, los traumas, las amenazas o el estrés severo. Ser resiliente no significa no sentir malestar, dolor emocional o dificultad ante las adversidades. La muerte de un ser querido, una enfermedad grave, la pérdida del trabajo, problemas financiero serios, etc., son sucesos que tienen un gran impacto en las personas, produciendo una sensación de inseguridad, incertidumbre y dolor emocional. Aún así, las personas logran, por lo general, sobreponerse a esos sucesos y adaptarse bien a lo largo del tiempo.
 El camino que lleva a la resiliencia no es un camino fácil, sino que implica un considerable estrés y malestar emocional, a pesar del cual las personas sacan la fuerza que les permite seguir con sus vidas frente la adversidad o la tragedia. Pero, ¿cómo lo hacen? La resiliencia no es algo que una persona tenga o no tenga, sino que implica una serie de conductas y formas de pensar que cualquier persona puede aprender y desarrollar.
Características de las personas resilientes 
Las personas resilientes poseen tres características principales: saben aceptar la realidad tal y como es; tienen una profunda creencia en que la vida tiene sentido; y tienen una inquebrantable capacidad para mejorar. 
Además, presentan las siguientes habilidades: 
Son capaces de identificar de manera precisa las causas de los problemas para impedir que vuelvan a repetirse en el futuro. Son capaces de controlar sus emociones, sobre todo ante la adversidad y pueden permanecer centrados en situaciones de crisis. Saben controlar sus impulsos y su conducta en situaciones de alta presión. Tienen un optimismo realista. Es decir, piensan que las cosas pueden ir bien, tienen una visión positiva del futuro y piensan que pueden controlar el curso de sus vidas, pero sin dejarse llevar por la irrealidad o las fantasías. Se consideran competentes y confían en sus propias capacidades. Son empáticos. Es decir, tienen una buena capacidad para leer las emociones de los demás y conectar con ellas. Son capaces de buscar nuevas oportunidades, retos y relaciones para lograr más éxito y satisfacción en sus vidas. El modo de pensar de las personas resilientes Las percepciones y los pensamientos influyen en el modo como la gente afronta el estrés y la adversidad. El estilo de pensamiento de las personas resilientes se caracteriza por ser realista, exacto y flexible. Cometen menos errores de pensamiento (como la exageración o sacar conclusiones precipitadamente, sin evidencias que las corroboren) e interpretan la realidad de un modo más exacto que las personas menos resilientes. 
Los beneficios de la resiliencia 
Las personas más resilientes: 
Tienen una mejor autoimagen.
Se critican menos a sí mismas. 
Son más optimistas Afrontan los retos.
Son más sanas físicamente.
Tienen más éxito en el trabajo o estudios. 
Están más satisfechas con sus relaciones. 
Están menos predispuestas a la depresión. 
Qué contribuye a que una persona sea más resiliente: 
El apoyo emocional es uno de los factores principales. 
Tener en tu vida personas que te quieren y te apoyan y en quien puedes confiar te hace mucho más resiliente que si estás solo. Permitirte sentir emociones intensas sin temerlas ni huir de ellas, y al mismo tiempo ser capaz de reconocer cuándo necesitas evitar sentir alguna emoción y centrar tu mente en alguna distracción. No huir de los problemas sino afrontarlos y buscar soluciones. Implica ver los problemas como retos que puedes superar y no como terribles amenazas. Tomarte tiempo para descansar y recuperar fuerzas, sabiendo lo que puedes exigirte y cuándo debes parar. Confiar tanto en ti mismo como en los demás. 



Fuente: Ana Muñoz


lunes, 27 de agosto de 2012

Aprendi




Una reflexión un tanto cruda pero realista, cuantas veces no hemos querido ver lo que simplemente es visible !!! para nuestros ojos pero no para nuestro corazón ????  

domingo, 15 de julio de 2012

Cambiar la energía del hábito





Generalmente se vive ausente de nuestras emociones, incluso no se sabe como manejar los pensamientos. La actividad del día día en el que se acostumbra a vivir , no deja detenerse, ver ni sentir . Por lo que el cuerpo enferma. Las emociones están unidas a nuestro cuerpo, mente y espiritu y si se viviera más consciente de nuestros sentimientos, aflicciones, inseguridades o si nos detuvieramos un momento para analizar el porqué nos sentimos atormentados o porqué hacemos lo que hacemos, podriamos poco a poco traer la calma y la curación.

Tchi Nhat Hanh nos cuenta una historia zen que dice: El caballo galopa rápidamente y parece que el jinete se dirije a un destino importante. Una persona le dice en voz alta: ” Dónde vas? ” Y el Jinete , le dice: “no lo sé! Pregúntele al caballo! “

Esta es también nuestra historia de vida. Muchos de nosotros estamos montando un caballo, pero no sabemos hacia dónde vamos, y no podemos parar. El caballo es nuestra “energía del hábito”, la implacable fuerza de la costumbre que nos arrastra, que a menudo desconocen y se sienten impotentes para cambiar. Siempre estamos corriendo. Se ha convertido en un hábito, la norma de nuestra vida cotidiana. Corremos todo el tiempo, incluso durante el sueño el tiempo que se supone que debemos descansar y regenerar nuestros cuerpos. Nosotros somos nuestros peores enemigos, en conflicto con nosotros mismos, y por lo tanto, podemos fácilmente comenzar a conflictos con los demás.

Cuando una emoción fuerte surge dentro de nosotros como una tormenta, estamos en una gran agitación. Nosotros no tenemos paz. Muchos de nosotros tratamos de apaciguar la tormenta, mirando la televisión o comer alimentos que nos gustan. Pero la tormenta no se calma después de esto. La tormenta no desaparece después de una bolsa de papas fritas o un plato de helado. Muy posible después nos odiamos por comer las patatas fritas y el helado. Tenemos miedo de volver hacer esto al día siguiente. Nos comprometemos a no volver a hacerlo. Pero una y otra vez, lo que hacemos.

¿Por qué? Debido a que nuestra energía del hábito nos empuja. ¿Cómo podemos detener este estado de confusión? ¿Cómo podemos detener el miedo, la desesperación, la ira, y de nuestros deseos? Tenemos que aprender a ser sólida y estable como un roble, y no dejarse llevar por la tormenta emocional. Tenemos que aprender el arte de parar, detener nuestra marcha, para que podamos estar presentes para que nuestras energías y abrazar el hábito de la preocupación, la culpa, la culpa y el miedo, y calmar las emociones fuertes que nos dictan. Tenemos que aprender a vivir plenamente el momento presente. Tenemos que practicar la respiración y exhalar con todo nuestro conocimiento. Tenemos que aprender a ser consciente.

Cuando somos conscientes, tocando profundamente el momento presente, en el aquí y ahora, ganamos más comprensión, más aceptación, más perdón y el amor propio y el de los demás, nuestra aspiración para aliviar crece, y tenemos más posibilidades de tocar la alegría y la paz.

Necesitamos la energía de la atención plena, para reconocer y estar presentes con nuestra energía del hábito, para que podamos evitar que nos domine y detener su curso a menudo destructivos. La atención plena nos permite reconocer nuestra energía del hábito cada vez que aparece: “Hola, mi energía hábito. Sé que estás ahí.” Si conscientemente le regalamos una sonrisa a está energía habitual, perderá mucha de su fuerza. Y así los chips permaneceran en el armario, el helado en el congelador. La tormenta pasa, mientras observamos, respirando y exhalando al mismo tiempo.

Después llegamos a ser más tranquilo, podemos reconocer a nuestro problema de peso con mayor claridad y reconocer que en vez de negarlo. Esto podria no ser fácil en inicios para hacer. Usted puede sentirse enojado, frustrado o cansado por su peso. No hay que suprimir estos sentimientos de ira. En su lugar, como el Buda nos ha enseñado, aceptar y abrazar estas emociones, como una madre acunando a su bebé que llora. El bebé que llora necesita el cuidado amoroso de la madre. De manera similar, las emociones negativas y la agitación están llorando en voz alta, tratando de llamar su atención. Sus emociones negativas también necesitamos su amor y cariño. Al aceptar los sentimientos negativos que cada vez que surgen, usted puede evitar que sea arrastrado por la tormenta emocional, y puede calmarse. Cuando esté más tranquilo, usted es más capaz de ver que ya tienes en tu interior el poder y las herramientas para empezar a cambiar. Detener, calmarse y el descanso son condiciones previas para la curación. Si no podemos parar, vamos a seguir en el curso de la destrucción causada por el consumo irreflexivo.

Fuente: Sarvavita


sábado, 12 de mayo de 2012

FELIZ DIA DE LA MADRE

Un saludo muy especial a todas las mamis que con tanto amor y dedicacion  entregan lo mejor de si mismas a sus hijos y a sus familias,  tarea tan caoticamente bella,  donde la intuicion nos da las herramientas para educar a nuestros hijos,  guiarlos y conducirlos por el mejor camino,  Que Dios las bendiga a todas !!!!!
Rocio

lunes, 7 de mayo de 2012

YO MERESCO




Siempre se le da énfasis al dar, pero también es importante saber recibir. Sin esta capacidad, el círculo del Amor quedaría incompleto, pues dar y recibir son las dos caras de una misma moneda.
Si alguien nos hace un favor o nos da un regalo valioso, podemos caer en el miedo a sentirnos en deuda. Entonces en lugar de recibir de corazón abierto, acabamos sintiéndonos incómodos y preocupados por poder retribuirle. Pero en muchas ocasiones lo único que se nos pide es recibir, y al hacerlo ya estamos dando: le estamos dando al otro la oportunidad de hacer algo por nosotros.
Pedir es otro aspecto de la capacidad de recibir. Decir de un modo directo y claro lo que queremos o necesitamos es estar dispuesto a recibir del otro, de la vida o del universo. Pero en lugar de pedir sin dudas y temores, en muchas ocasiones nos quejamos de la falta de ayuda y apoyo. Sin embargo, los demás no pueden ni deben adivinar lo que necesitamos; es nuestra responsabilidad comunicarlo.
Detrás de la incapacidad de recibir puede estar escondida la falta de merecimiento: en lo más hondo sentimos que no merecemos ser tenidos en cuenta, no merecemos ocupar el lugar que nos corresponde, y que es sólo dando que recibiremos atención y afecto. Para sentirse merecedor es importante amarse a uno mismo, incondicionalmente. Y es esencial comprender que no merecemos recibir por lo que damos o hacemos.
En realidad todos nos merecemos lo mejor de la vida por lo que somos: seres de pura luz, Amor y bondad, aún cuando nos cueste reconocerlo.
Para sanar este patrón puedes mirarte a los ojos en el espejo y con Amor y convicción afirmar en voz alta: “Yo merezco”. Verás qué íntegro te sientes. Pero si no te lo crees, o te sientes triste y te dan ganas de llorar, hazlo. Expresa esa emoción, y mientras lo hagas quizás te vengan recuerdos de aquellas situaciones en las cuales te inculcaron que no mereces. Pueden ser episodios de Tu infancia, o más recientes… Es igual, al liberar la emoción y la creencia, te estás sanando a ti mismo.
Otra práctica importante es que te atrevas a pedir. Comienza con las personas con las cuales sientes confianza. Pídeles ayuda en tus tareas diarias, pide consejo a algún amigo, pide lo que sea que necesites, y hazlo sin miedo ni culpa.
Te sorprenderás al ver cuánta gente está dispuesta a darte, si lo permites. Tú eres valioso e importante, tú ocupas un lugar irremplazable en el universo. De no ser así, no estarías aquí, en este mundo, y no estarías leyendo este texto...
Fuente:   Enriqueta Olivari

miércoles, 25 de abril de 2012

LA EXPERIENCIA DE ESTAR DESPIERTOS


Cuando hemos finalizado la primera etapa de nuestro proceso del despertar, entramos a una nueva fase, en donde ya no es necesario llevar un espíritu guerrero con nosotros y comenzamos a experimentar la paz y la tranquilidad que los cambios que hemos realizado, nos proveen, comenzamos a cosechar las semillas nuevas que hemos sembrado y pasamos de la ira la tranquilidad. Ya no es un momento de batalla, es un momento simplemente de SER.
Si en la primera fase experimentamos nuestra fuerza a través de los límites físicos, ahora lo hacemos a través de los límites psíquicos. Si en la primera etapa nuestra fuerza interior se basaba en nuestra capacidad de establecer límites y romper esquemas por la fuerza, ahora experimentaremos nuestra fortaleza interior a través de la paz. Si anteriormente liderábamos señalando y enjuiciando lo que no funcionaba, ahora lo haremos a través del ejemplo.
En esta segunda etapa nos esforzaremos más por sostener el equilibrio y la armonía en nuestra vida, por lo que rehuiremos los conflictos, evitando la confrontación, armonizando naturalmente con la energía que nos rodea.
Si en la primera etapa buscábamos “cambiar al mundo” ahora buscaremos “cambiar nosotros primero para que como consecuencia, cambie el mundo”.
Los niveles de sensibilidad son más profundos en esta etapa y si bien, en esta etapa ya no se juzga tan duramente a los demás, aunque si se puede caer en el no poder comprender “la falta de humanidad del hombre hacia el hombre y el planeta mismo”.
En esta etapa es prácticamente imposible sostener ningún tipo de violencia, sea real o ficticia (películas, noticias, t.v., etc.).
Al expandirse más los niveles de percepción, tendremos problemas al estar en sitios donde prevalezca el exceso, por lo tanto, evitaremos lugares donde haya mucho ruido, mucha gente, mucha luz, colores, emociones negativas en otros, olores, comidas, productos químicos, la ropa de fibra sintéticas, violencia, el dolor de otros, la conciencia de grupo, las frecuencias electromagnéticas, los destellos solares. Se perciben con creces todas las energías que los rodean. La sensibilidad hace que todo se “magnifique” haciendo esto abrumador para quien lo experimenta de esta forma. Por lo tanto, se tendrá la tendencia a evitar centros comerciales o lugares con demasiadas energías diferentes. Si el entorno es extremadamente intenso o violento,  tenderemos a retraernos y desconectarnos como forma de protección.
Al tener una mayor percepción de las vibraciones que nos rodean, entonces entramos en una mayor comunicación con el arte y la creatividad, no solo se disfruta cualquier expresión del arte, como la música, sino que cada nota se experimenta en todo nuestro ser.
Al entrar en mayor conexión con la compasión, el amor y la empatía, se va desarrollando mayores niveles de inocencia y pureza, falta de malicia, lo que muchas veces impide aceptar que muchas personas pudieran tener intenciones negativas o de dañar, lo que nos deja con cierta desprotección, sobre todo, en el tema de lo afectivo.
Se puede tener la tendencia a ocultar sus emociones por miedo a su amplificación y a la pérdida de control, por lo que se pudiera dar la impresión de ser impasibles o insensibles para las personas que les rodean.
Es posible también ocultar sus sentimientos por temor a ser lastimados, no comprendidos o rechazados.
Si bien, en este nivel es posible experimentar el amor y la alegría a grandes dimensiones, también experimentamos el dolor magnificado, por lo que, a modo de protección, cerramos nuestros sentimientos a los demás.
Una vez trascendido el miedo, se pueden lograr relaciones largas y profundas con las personas que ofrecen amor incondicional.
Dentro de este proceso comenzamos a equilibrar las energías ying y yang, nuestras polaridades masculinas y femeninas logrando mayor conexión con nosotros mismos al construir nuestros deseos.
No se concibe el mundo material separado del espiritual.
Se amplifican la conexión con los niños y los animales.
El cuerpo físico y la mirada se van transformando, logrando irradiar cada vez mas paz, amor y tranquilidad.
Viven sus dones como algo natural y no como algo fenomenológico por lo que se puede perder el valor de sus cualidades pues los dones están tan integrados ya, que se manejan como algo natural, pensando que “todo mundo manifiesta el mismo don”. Muchos Maestros pierden la noción de lo importante que es transmitir su conocimiento y sabiduría por pensar que no se tiene nada importante que aportar, pues ya no se percibe su sabiduría como algo único, sino como algo “normal que está integrado en todos”.

Fuente : Rutas del Alma