¿Hablas contigo mismo? Cuando oímos hablar en voz alta a otras personas consigo mismas lo consideramos raro, pero te das cuenta que, sin ninguna excepción, las personas hablamos con nosotros mismos en silencio y esto no lo consideramos raro o extraño.
Si alguien te ofende, o te dice algo que no te gusta ¿qué es lo que haces? Pones en marcha una escena al completo de ira en tu mente. Te ves a ti mismo hablando enfadado, le gritas a esa persona y le dices cosas que no son nada agradables. A veces hay personas que pasan horas con estos diálogos interiores negativos y destructivos.
Existe una conversación interior continuada en el interior de cada uno y se desperdicia una cantidad importante de tiempo, energía y atención en incidentes sin ninguna importancia. Esta conversación empieza desde el momento que nos despertamos hasta que nos dormimos.
El dialogo interior continua mientas trabajamos, estudiamos, leemos, miramos la televisión, hablamos, andamos, comemos, etc. Estamos siempre juzgando a las personas, comentando lo que pasa, planeando, cotilleando y conversando mentalmente con la gente.
Estas conversaciones interiores conllevan un efecto de bola de nieve: cuando más las tenemos más nos encadenan y nos impiden ponerles fin, si también se evocan emociones, entonces se añade mas poder, energía y apego. Esto tiene un efecto adverso en el comportamiento, el discernimiento y el actitud en general.
En muchas ocasiones el dialogo interno es negativo y refuerza cualquier actitud o comportamiento negativo. Pocas personas creen en ellas mismas y en sus habilidades, para poder llevar diálogos interiores positivos. El proceso y el efecto de estas conversaciones interiores son similares al de las afirmaciones. El pensamiento constante sobre el mismo tema influencia el subconsciente que consecuentemente acepta estos pensamientos y palabras y actúa basándose en ellos. Los diálogos interiores negativos conllevan resultados negativos y los diálogos interiores positivos conllevan resultados positivos.
Puedes utilizar este proceso para tu beneficio; es una actividad automática que funciona ya te des cuenta de ello o no, si aprendes a ser consciente de ella, tienes la habilidad para controlarla. Puedes convertirla en un dialogo positivo, si lo haces, te das cuenta de que tienes un gran poder en tus manos.
Intenta ser consciente de tus pensamientos, con calma observa lo que pasa por tu mente, incluso si solo puedes hacerlo durante unos momentos. El dialogo interior funciona incluso cuando estas físicamente haciendo otra cosa, y no es tan fácil separarse mentalmente de nuestros pensamientos y de las palabras que pasan por nuestra mente
Una y otra vez intenta mantener tu atención en lo que pasa dentro de tu cabeza y finalmente podrás ser consciente de ese dialogo interior durante más tiempo. El observar la mente y lo que pasa dentro de ella proporciona una distancia, la distancia da un mejor control de la mente y su parloteo.
Siempre que te observes llevando un conversación trivial e inútil contigo mismo, detente, conviértelo en algo más útil; cambia de tema y también de palabras, es como pasar un cassette, ¿por qué lo dejas sonar de fondo? ¿Por qué no lo cambias por otro que te guste más? Cambia las palabras de tu dialogo interior en palabras positivas sobre la buena salud, felicidad y éxito
Hay algo más que puedes hacer pero que requiere de concentración y voluntad, puedes intentar parar esta conversación interior completamente. Intenta ignorarla y dale vacaciones a tu mente. Deja que la mente descanse un poco, la vida por descontado que continuara aunque se silencie este dialogo; aprovecha y disfruta de un descanso de esta incesante conversación de la mente cuando puedas.
El dialogo interior está bien en ocasiones, pero la mayoría de las veces es un parloteo incesante e inútil que te distrae la atención de lo que estás haciendo en cada momento, al ser consciente de ello y reemplazarlo con un pensamiento positivo o simplemente rechazándolo adquieres la habilidad para controlarlo.
TRADUCCIÓN: MARGA
Fuente: http://www.SuccessConsciousness.com