martes, 16 de febrero de 2010

Buscando el Silencio a través de las canciones



Conciertos-Meditación


La sociedad de finales del siglo XX -principios del XXI en la que vivimos, se está caracterizando por el ruido y la estimulación audio-visual cada vez más imperantes. Difícil resulta habitualmente encontrar lugares silenciosos en las ciudades. Y, parece ser, que el Ser Humano necesita tanto del silencio como del aire que respira. Por otra parte pensamientos alborotadores y dispersantes se encargan de llenar nuestro interior, con lo que recibimos ataques ruidosos y distorsionantes de nuestra paz de continuo, desde fuera y desde dentro, incluso cuando dormimos.
Meditar es un vocablo que viene del verbo latín "Medico" que significa cuidar, administrar remedios, curar. Derivada de ella tenemos "Medicus" que significa curativo, medicinal. Parece ser, pues, que la Meditación es un acto terapéutico y sanador. La experiencia meditativa de quien se ha atrevido a escuchar el Silencio con cierta dedicación lo demuestra con creces. ¡¡Qué bien se siente uno cuando ha estado un ratito en los brazos del Silencio!!
La meditación puede ser, pues, la salvación.En el Silencio podemos encontrar muchas de las respuestas a las preguntas existenciales básicas que solemos hacernos. Estar en silencio es llamar a la puerta del maravilloso templo de la Paz y el Conocimiento. ¡Ahora bien! Incluso habiendo encontrado un lugar silencioso, todos sabemos lo difícil que puede llegar a ser al principio mantener una actitud de escucha silenciosa interna por un espacio de tiempo de más de... ¿cuántos minutos? Todas las líneas de aprendizaje meditativo proponen al principiante trucos varios para aprender a mantener la mente centrada en algo (objeto, imagen mental, letanía...) para, una vez conseguida la disciplina mental, poder abandonarse al acto meditativo en sí, a la Escucha, ahora ya sin distracción, participando todo el Ser.
Tanto en la Música como en la Poesía se combinan el sonido y el silencio. Cuanto más equilibrio y buena proporción de los dos elementos, mejores resultados, más Belleza, más Sublimidad. Una canción es un cóctel de lenguaje musical y lenguaje poético, donde la voz se torna un instrumento de expresión sanadora formidable tanto para el que canta como para el que lo escucha y tanto más si la letra de la canción es una letra orientada a elevar nuestra conciencia.
Por todo esto un Concierto-Meditación es una propuesta terapéutica y una propuesta de aprendizaje en la Escucha. Bien sabido es que tanto la Música como la Poesía cuando consiguen elevar nuestras consciencias se vuelven magníficas vías de contacto con esa Paz y ese Silencio del que estamos hablando. Nos abren a otro tipo de percepción, nos conectan con algo que solemos llamar "superior" por su aportación inmediata de luminosidad, de tranquilidad, de emoción, de comprensión, de sanación.
Para el compositor de canciones de este tipo la experiencia creativa, el mero acto compositivo, es ya una experiencia de apertura y de aprendizaje. Inevitable es querer compartir esto con los demás. Y de ahí nace la voluntad firme de cantar para crear Silencio.
Cuando escuchamos una canción que nos sobrecoge inmediatamente entramos en un tipo de vibración energética claramente meditativa. Son unos tres o cuatro minutos en dónde el tiempo puede desaparecer por completo, la mente se aquieta. El lenguaje poético cantado junto con la melodía y armonía musical que lo acompañan nos provocan imágenes mentales sugerentes que despiertan emociones, rompen bloqueos energéticos, producen comprensiones súbitas, proponen trabajos internos pendientes de realización, removidas insospechadas, relajación, introspección, bienestar, abandono (en el mejor sentido de la palabra)... Siempre y cuando seamos capaces y queramos aprender a escuchar no sólo con nuestro sentido del oído y con una mente analítica sino con todo nuestro ser.
Por eso nos descalzamos para relajar la mente, nos sentamos para relajar el cuerpo, creamos un ambiente de penumbra para dejar que brille la luz dentro de nosotros, cerramos los ojos para ejercitarnos en la Escucha... ¡Nos sumergimos en un viaje tranquilo por los interiores de nosotros mismos! Sólo es necesario abrirse y escuchar...Que las canciones nos acompañen en el arduo camino del Despertar.
Fuente: Conciencia sin fronteras

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